FÉLIX CANDELA
La lección inaugural de la asignatura para este curso fue una conferencia sobre la vida y obra de Félix Candela. En mi opinión un gran acierto si de lo que se pretende hablar es de arquitecturas de precisión.
A lo largo del curso hemos podido apreciar en las múltiples conferencias impartidas por diferentes arquitectos que el desarrollo de su arquitectura y el precisar y afinar cada vez más en ellas es el producto del desarrollo de las "pequeñas obsesiones" a las que van tratando de dar solución de una u otra manera, pero que cuando hacemos una retrospectiva nos damos cuenta que guardan una línea argumental normalmente con una cierta coherencia.
Este mismo hecho le sucedió a Félix Candela. Tras la Guerra Civil y viéndose obligado al exilio, comenzó en Méjico a desarrollar esas "pequeñas obsesiones" que le preocupaban y trató de darles solución. Pero estas preocupaciones no respondían a un capricho pasajero o a una mera busqueda de la "belleza". Lo más importante era conseguir una arquitectura de la mejor calidad posible de una manera segura y sobre todo económica. Bajo estas premisas Candela desarrolló las estructuras en forma de cascarón generadas a partir de paraboloides hiperbólicos, pero estas estructuras no respondían al capricho arbitrario del arquitecto (como ocurre en la actualidad en muchos de los arquitectos más "famosos") sino que buscaban la respuesta a esa necesidad de generar espacios habitables de una manera económica. De esta manera, conseguía crear cubiertas con una cantidad mínima de material (15 mm de espesor en el Laboratorio de Rayos Cósmicos) que llegaban a salvar luces en ocasiones bastante importantes.
En mi opinión, la lección más importante que se podría sacar de Félix Candela y, en general, del concepto de arquitectura de precisión es que el desarrollo de la arquitectura debe fundamentarse entorno a la búsqueda de soluciones a problemas de carácter general y una vez conseguido esto ir precisando y afinando. De esta manera, el proyecto de arquitectura se convierte en un continuo aprendizaje y desarrollo de lo anteriormente aprendido.
José Espín Quero
La lección inaugural de la asignatura para este curso fue una conferencia sobre la vida y obra de Félix Candela. En mi opinión un gran acierto si de lo que se pretende hablar es de arquitecturas de precisión.
A lo largo del curso hemos podido apreciar en las múltiples conferencias impartidas por diferentes arquitectos que el desarrollo de su arquitectura y el precisar y afinar cada vez más en ellas es el producto del desarrollo de las "pequeñas obsesiones" a las que van tratando de dar solución de una u otra manera, pero que cuando hacemos una retrospectiva nos damos cuenta que guardan una línea argumental normalmente con una cierta coherencia.
Este mismo hecho le sucedió a Félix Candela. Tras la Guerra Civil y viéndose obligado al exilio, comenzó en Méjico a desarrollar esas "pequeñas obsesiones" que le preocupaban y trató de darles solución. Pero estas preocupaciones no respondían a un capricho pasajero o a una mera busqueda de la "belleza". Lo más importante era conseguir una arquitectura de la mejor calidad posible de una manera segura y sobre todo económica. Bajo estas premisas Candela desarrolló las estructuras en forma de cascarón generadas a partir de paraboloides hiperbólicos, pero estas estructuras no respondían al capricho arbitrario del arquitecto (como ocurre en la actualidad en muchos de los arquitectos más "famosos") sino que buscaban la respuesta a esa necesidad de generar espacios habitables de una manera económica. De esta manera, conseguía crear cubiertas con una cantidad mínima de material (15 mm de espesor en el Laboratorio de Rayos Cósmicos) que llegaban a salvar luces en ocasiones bastante importantes.
En mi opinión, la lección más importante que se podría sacar de Félix Candela y, en general, del concepto de arquitectura de precisión es que el desarrollo de la arquitectura debe fundamentarse entorno a la búsqueda de soluciones a problemas de carácter general y una vez conseguido esto ir precisando y afinando. De esta manera, el proyecto de arquitectura se convierte en un continuo aprendizaje y desarrollo de lo anteriormente aprendido.
José Espín Quero
2 comentarios:
Las obsesiones a las que nos referimos no son más que miradas por los huecos de una pared; es evidente, que la aproximación a esos huecos nos hacen especializarnos mucho más en lo que en ellos acontece.
Y es evidente que los arquitectos que se acerquen hallarán una respuesta más precisa a lo que buscan.
¿Pero hasta que punto en la arquitectura es conveniente mirar siempre por la misma mirilla?
En el caso de Félix Candela, la realidad de una Latinoamérica que aparecía como base de la experimentación arquitectónica valida la puesta en práctica de sus obsesiones.
Sin duda, estas expresiones en otros contextos ayudan a crear un exceso de itos en las ciudades y a dar uniformidad a estas, ya que muchos de estos proyectos, se superponen a la trama urbana sin ni siquiera apreciarla.
Fue la primera conferencia, y , para mi gusto, una de las mejores. El arquitecto que dio la charla fue muy ameno y divertido y consiguió engancharnos a todos a su exposición. Me encantó esa "arquitectura del exilio". Felicitar por la buena elección de una ponencia así para abrir el curso y tener ganas de más.
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