Hace ya aproximadamente un mes que nos despedimos de la exposición "Una caja de resonancia", de la mano del arquitecto cántabro Juan Navarro Baldeweg. Personalmente tuve la suerte de formar parte activa de esta exposición lo que me ha permitido recrearme en ella durante las jornadas de "trabajo" en las que actuamos de "interpretes" de estas obras que hablan por si mismas.
Observar la excelente mano de Juan Navarro es un privilegio del que espero hayamos podido disfrutar todos, pues es de agradecer la sencillez con la que este arquitecto ha conseguido jugar con algo tan fuerte y tan inamovible como la gravedad. Piezas pesadas que parecen flotar haciendonos conscientes de que algo no funciona, que la fisica que conocemos no funciona...dando cuerpo y materia a lo que hasta ese momento no existia, que la gravedad es algo distinto a lo que hasta ahora nos tenía aconstumbrados.
Tanto las piezas expuestas como la conferencia con las que nos deleito el artista en el colegio de arquitectos, focalizan nuestras miradas hacia el espacio que nos rodea, del que somos participes sin necesidad de artificios ni grandes "gestos de arquitectos".
Citando a uno de los comisarios de la exposición, "Al recorrer la exposición ,los horizontes marcados por la gravedad de cada objeto se multiplican y entrelazan generando espacios de horizontes verticales soportados por la luz..."
Mª Angustias Sánchez Rodas
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1 comentario:
Estarías muy ocupada con la exposición, enhorabuena por haber participado, pero que sepas que te hemos echado en falta en clase. ELISA
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