He ido leyendo poco a poco "Ocio peligroso.Introducción al proyecto de la arquitectura", a lo largo de la asignatura de arquitectura de precisión y si bien se lo recomendaría a compañeros míos, casi más se lo aconsejaría a algunos profesores, ya que encontrándome en los últimos cursos de la carrera me aterra pensar si sabré o no relacionar los conocimientos adquiridos en las distintas asignaturas una vez finalizada ésta.
Este libro comienza haciendo mención a la asignatura de proyectos definiéndola como: la columna que vertebra todos los conocimientos adquiridos a lo largo de la carrera. Las demás asignaturas adquieren un carácter instrumental, y son valiosas en la medida en que hacen posible el desarrollo del proyecto. Según como se plantea en la escuela, y bajo mi punto de vista, Proyectos no deja de ser una asignatura más que hay que superar y que parece no tener relación con otras como construcción, instalaciones etc. Creo que la asignatura de arquitectura de precisión ha intentado, y conseguido con las exposiciones de muchos ponentes (Luis Martines Santamaría, Juan Navarro baldeweg, José Adriao…), unificar estos conocimientos y enseñarnos de forma precisa como el proyecto va desde el nacimiento de la idea hasta su desarrollo constructivo a pie de obra.
Me gustaría destacar algunos de los textos pertenecientes a este libro que me han hecho reflexionar e ilusionarme a la hora de abordar cualquier proyecto:
Aprender a mirar es no perder nunca la capacidad de asombro ante las cosas ordinarias (…) Es muy enriquecedor asomarse a la mirada de otros y nos asombramos al descubrir un universo diferente (…)
El lugar no debe considerarse sólo en los primeros compases del proyecto, sino, que debe ser tenido en cuenta a lo largo de todo su desarrollo, como un material específico del mismo, al que hay que recurrir constantemente.
La ciudad en cada momento histórico es el reflejo de su memoria, de la evolución de esa civilización que le confiere su sentido (…) La contemporaneidad de cada obra es el aval de su autenticidad (…) El tiempo es una realidad que forma del proyecto.
Esa idea primera, intuitiva, que podemos ver en un momento, no conforma el proyecto por si sola, sino que está íntimamente ligada al proceso de desarrollo (…) Por ello cabe entender la forma arquitectónica en un doble aspecto: proceso creativo y resultado, en un entendimiento completo del hecho arquitectónico que pretende evitar el riesgo de un formalismo que desvincularía ambas partes.
Espero que os sirvan a vosotros también, solo he destacado algunos, pero hay muchos más.
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1 comentario:
Te agradezco tus comentarios. Elisa
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