miércoles, 20 de junio de 2007

LA PUBLICIDAD EN EL PROYECTO DE ARQUITECTURA

Logo de una empresa de publicidad, mostrada en "Ocio peligroso"


En el libro de Elisa Valera “Ocio peligroso”, se hace una introducción al proyecto de arquitectura, desarrollando las partes implicadas dentro de una escuela de arquitectura.
Como idea principal se dice, con una cita de Iñaki Ábalos “enseñar proyectos, es enseñar a ser arquitectos más que enseñar arquitectura”.
El alumno es el protagonista de la clase de proyectos que debe participar en clase, confiar en la experiencia de quien va por delante y guía la expedición, y además ser perseverante con resistencia, firmeza y voluntad.
El profesor debe ser buen arquitecto, expresarse con claridad y sencillez para llegar a los alumnos, ser coherente e investigar. Como dice Alejandro de la Sota “nuestra aspiración es enseñar más de lo que sabemos (...) enseñar lo que uno sabe es poco y viejo ya; lo que sabemos pronto se transmite”
Las clases, ayudan a la reflexión sobre la arquitectura y se complementan con las sesiones críticas en las que la comunicación se hace personal y directa.
Por último se habla de la importancia de los viajes, pues la percepción de la arquitectura requiere de la dimensión para su realización.

Pues bien, en todo este proceso, desde mi punto de vista de alumno, creo que existe una carencia a la hora de representar y componer una entrega. Una falta de atención al medio final que tenemos para publicitar nuestro trabajo, en demasiadas ocasiones achacada a la falta de tiempo.
Creo que la tres asignaturas que podrían abarcar este tema (dibujo, análisis de formas arquitectónicas y proyectos) lo hacen desde una perspectiva particular, centrándose en la representación y la composición de un único objeto como puede ser una planta o un alzado, y dejando a un lado la composición de estos elementos en un panel.

En “Ocio peligroso” se comparan por su similitud las entregas en la escuela con la participación en concursos, en ambos casos debemos ponernos en la piel de la persona que va intentar analizar nuestro proyecto entre una montaña, y de este modo nos daremos cuenta, que la apariencia final de nuestro trabajo es casi tan importante como tener una buena idea de proyecto. Un buen proyecto representado si cuido, se puede ver perjudicado, al pasar desapercibida esa buena idea en la que tan a menudo depositamos todas nuestras esperanzas.
Por otro lado, el cuidar el resultado gráfico de un proyecto desde el inicio, aporta a su autor una mayor precisión en sus trazos, y por consiguiente un mejor resultado en su obra.
En la asignatura de proyectos, la represtación y maquetación final de un proyecto, se trata en un segundo plano, quedando relegada a la observación del alumno de proyectos de arquitectos y compañeros.Por todo ello, me han resultado útiles las conferencias de Arquitecturas de Precisión, pues en algunas de ellas, como puede ser la de Antonio Gómez Escudero, nos enseño el proyecto de su casa desde la inspiración de la idea hasta confección de los paneles del concurso, en los que decidió dedicar el primero a una única fotografía. Mostrando así que no se ha de publicitar del mismo modo todos los proyectos.

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