miércoles, 20 de junio de 2007

Lo preciso de lo pequeño

”Lo pequeño no sólo es hermoso, sino mejor aún, factible”

En la historia de la arquitectura, la mayoría de las innovaciones se plasmaron en la realidad en la construcción de proyectos reducidos. En la memoria de todos están las grandes iglesias como San Pedro del Vaticano, la Tate Modern de Londres o el Allianz Arena de H&dM, pasando por los grandes rascacielos de Nueva York o Chicago. Sin embargo, muchos edificios que se consideran obras maestras no superan las dimensiones de una vivienda unifamiliar.

El templete de San Pietro in Montorio, en Roma, es un edificio mínimo, que sin embargo muestra perfecto tanto en su concepción volumétrica como en su composición de masa macizo y vacío.



Más adelante, aparece otro tipo de construcción, de era postmoderna, las entradas de metro, sobre todo las de Viena y París, son un intento de eliminar todo añadido decorativo, siendo sencillos “cobertizos”, pese a algunas versiones más ostentosas.

Continuamos con la casa Dominó de Le Corbusier, propuesta sencilla que sin embargo será el origen de los 5 puntos de la arquitectura nueva.






La casa Farnsworth fue la pequeña muestra de Mies que anticipaba los grandes prismas de cristal en Chicago y Nueva York.

Llegan nuevos movimientos como el deconstructivismo, y los comienzos del high tech, antes del monumentalismo actual, cuando Norman Foster y Richard Rogers construyeron un habitáculo semienterrado de aluminio y cristal, para merendar tras un día de excursión.


Y llegamos al final, cuando tras años de haber podido plasmar en grandes obras casi todo lo dibujado, comienza a volver la sencillez y la geometría, bajo el nombre de “minimalismo”.

Con esto, agradecer que en este curso, se haya mostrado una arquitectura más cercana, más pequeña, buscando los detalles de la arquitectura que ofrecen serenidad y equilibrio.

1 comentario:

arquitectos en proceso de aprendizaje dijo...

La precisión no es cuestion de tamaño. elisa